lunes, noviembre 26, 2007

Tras la tempestad: 37, nunca dos sin tres.

Llegó la calma y casi me vuelvo loca, intentando ponerme al día en el trabajo ir recuperándome de la ruptura estival con el ritmo común de los meses anteriores, todo, todo estaba como me lo había dejado, ni un pequeño paso adelante, sólo más de lo mismo, como diciéndome no te libras de esta monotonía, te seguiré esperando aquí hasta que tu misma decidas que me vaya, hasta que me eches a patadas.

Porque no hace falta nadie que me diga que es cuestión de actitud, eso me lo sé yo solita, ya lo aprendí.

En mi vida personal también más de lo mismo, teniendo que tomar decisiones como ya comenté, ahora se perfila entre derecho u opos y aunque me he matriculado de derecho, sigo sin descartar las opos, afortunadamente no son excluyentes. Me di unos días para pensarlo pero cuando ya estaba a punto de tomar la decisión... me empecé a encontrar mal.

Pensé que se trataba simplemente de la tensión, que estaba baja, se me juntó con el periodo y lo vi claro, a perro flaco todo son pulgas, sin ánimos más que para llegar a casa y embrutecerme con mis series, que penetraban a toda velocidad hacia mi cerebro sin dejar pensamientos rehenes. No tenía ganas ni de moverme de hacer nada, ni el flamante gim al que me he apuntado con mis vecinas, ni la promesa de estar en forma, ni las risas de la clase, ni los cotilleos de después lograban arrancarme de la tele, nada, no había manera, el cansancio me tenía anclada. Y de repente todo me empezó a dar vueltas, os imagináis… como si me encontrara de borrachera perpetua, cada vez que giraba la cabeza o me inclinaba zas… ya no sabía si arriba era abajo o al revés, diagnostico: vértigos, un mes de baja, cosa que por cierto no le recomiendo a nadie, porque por mucho que se diga, con las bajas no se descansa. Te debates entre la ansiedad, el aburrimiento y la enfermedad, o bueno, yo por lo menos las paso así. Para seguir con la racha no contenta con eso y para darme más importancia y hacerlo más difícil, me cogí una reacción alérgica a la medicación… unos ronchones más bonitos adornaban mi pierna… y los vértigos no dejaron de irse del todo, pero no se vayan todavía aún hay más, que de buen rollo se me ha roto una muela y con todo lo que eso implica, parafernalia en el dentista, y un cocktail de pastillas de todos los colores, creo q después de estos dos meses voy a tener que hacer una cura de desintoxicación.

Al margen de mis pupas me he encontrado bajita de moral, en la tónica de las últimas veces que postee, y no he escrito más, porque no le veía sentido a decir, estoy enferma, no tengo ganas de nada y me siento triste, así semana tras semana. Mi cumpleaños pasó conmigo montada en el tiovivo de los vértigos, este año no he tomado ni tarta. Este es el panorama, hablo con una de mis rubias, y me comenta que ella está igual que después de su ruptura y aunque ya no siente dolor, tampoco tiene ganas de nada. Y de repente y en mi vida aparece un mimador y descubro que es condenadamente fácil dejarse querer y mimar, que casi se me olvida que todo el mundo quiere algo, que nadie da nada gratis, así que te pones en surveillance mode, como dicen en las películas.

Ana,― me dice mi chica,― ¿qué nos pasa, parece que hemos entrado en barrena?¿Cómo se sale de esto?. Y tras darle muchas vueltas lo veo claro.

― Hemos hecho lo más doloroso, ahora nos toca hacer lo más difícil―. Lo doloroso es aferrarte a tus convicciones día a día, sentir como las circunstancias te golpean, la incomprensión, el dolor, la soledad, asimilar la traición... es como andar sola por un camino oscuro, desconocido y lleno de espinas, pero te aferras a tus creencias, y tus valores te sirven de coraza contra el exterior. Y luego pasas a la luz, a un clima cálido y benigno el camino se hace más ancho, ya no es tan difícil andar, ya no hay espinas que se te claven a cada paso y tu coraza es innecesaria, te la quitas porque es una pesada carga y el cuerpo te pide poder respirar un poco, después de lo que ha soportado. Miras delante de ti, pero no ves nada, solo el camino lleno de polvo.

Eso es lo más difícil, tomar la decisión todos los días, a cada momento de seguir caminando, no ves la meta, y cada instante es conocido, no hay sorpresas, sólo más de lo mismo. Ves como el alquitrán del camino, se mete en tu cuerpo convirtiéndose en una pesada carga y así día tras día.

Es momento para la esperanza, es momento para conjurar el aburrimiento y la rutina inventando tus propias armas. Y en eso estamos.

****** COMENTARIOS*************
Malamalisima...: asesinarla... joer tanto así no, pero a veces una buena patada en el culo si que le daríamos para que no estuviera como mosca zumbona, tal vez, no nos durmieramos tanto en los laureles,ya sabes, la suerte existe pero tiene que encontrarte trabajando

Trisha: Es lo mismo para todo el mundo, es la misma manera de conjurarlo para todos, yo solo lo escribo para reafirmarme y ver la falla, si es que la hay.

Credendo: Reafirmada no sé, saldré porque no hay otra cosa mejor que hacer ¿no? Lo que si que es cierto es que de todo se aprende yo, acabo de aprender como es el dolor de muelas.

Adise: Reconozco que hasta la rutina tiene su gracia, recuerdo cuando estuve dos semanas enItalia cuando estaba en la facul, el alivio que me dio comer en un McDonalds.

Anonimo/Viernes: Lo sé, todo lo que me dices lo sé, preciosas palabras de paso, pero no te equivoques, soy una llorona pero también una superviviente, y en mi caso hacer las cosas por pelotas es casi una costumbre, aunque tenga la manía de hacerlo después de limpiarme los mocos. Que digo yo que con la nariz limpita se respira mejor.

Jaurne: Gracias maja, muy guapo tu blog.

Oz: Pa que te crees que escribo este blog, estas palabas son un dibujo de mis cicatrices.

Adise: Ser alguien diferente... suena estupendo... si siempre recorres los mismos caminos.. siempre llegarás a los mismos lugares. :)

Alberto: Gracias, que dos palabras tan sencillas y tan plenas en significado...

K010T: hey viene bien ese empujon :) Lo mismo digo chacho.





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