Quiero una pistola... de regaliz negro ( o no ).

Volviendo un poco al tema de la mala educación, recurrente que estoy, oyes. Esta semana me han ocurrido un par de cositas, por las cuales estoy aprendiendo lo mejor del árabe y el arameo en cuanto a juramentos se refiere. Ya no soy habitante de la capi, ya vuelvo a ser una chica de pueblo ( mi padre me decía con cachondeo, si esto es lo que se llama progresar, o es ir para atrás como los cangrejos ) y esto significa que me he empadronado habitante de las tres piedras.

Y la primera "anécdota" por llamarlo algo me ocurrió precisamente el día que iba a presentar mi renuncia a ser de Madrid por escrito.

Allí andaba yo corre q te corre por Tres Cantos, absolutamente perdida porque me pasaba con este pueblo lo mismo que con Wisconsin, que siempre me ha llamado la atención pero nunca he parado por allí y mi santo padre iba conmigo buscando el dichoso ayuntamiento para empadronarme? nada, perdidos entre centros sociales todos dependiente del susodicho ayuntamiento pero el edificio consistorial ni pa Dios.

Se nos hacía tarde, cerraban en cinco minutos. La calle desierta, solo una señora entrada en Kg., hablando por teléfono con un mocoso colgando de su mano mientras se rebozaba por el suelo. Y un poco cortada le digo" Perdone" y nada la tía ni se digna a mirarnos; miro de nuevo alrededor a ver si alguien más aparece pero nada, no hay nadie. Así que insisto, e insisto mucho porque yo soy mas alta que ella y me asisten unos tacones de 10 cm. y desde mi altura le digo ¿por favor puede ayudarnos??

Y la tipa dice a su interlocutora.. un momento.. y empieza a gritarme que si somos unos maleducados, que si no vemos que está hablando por teléfono, vamos por favor. Y que me gritara a mi tiene un pase, pero a mi Padre?. Así que saque las uñas en plan chica mala de la peli de X tíos, cuando se enfrenta a lobezno y me acerque sin gritar demasiado, pero asegurándome de que me oyeran al otro lado de la línea y le dije "maruja gorda mas vale que te preocuparas por tu hijo que se esta llenando de mierda, en vez de parlotear sobre una interna pq esta visto q tu no sabes limpiar, so guarra.

Y cogí a mi padre alucinado de la mano y digo vamos padre y nos echamos una carrerita hasta la esquina siguiente. Mi padre un santo me dice "o sea que pretendía que estuviésemos allí hasta q ella terminara? ?¿No podía habernos respondido en un segundo en vez de soltarnos esa perorata?" El pobre incluso se quedó triste.

La segunda fue a los dos días en la cafetería de la oficina, bajamos a tomarnos el café matutino y nos apoyamos en un cacho de barra, a un lado la pared, al otro gente, y un instante el resto de la barra metro y medio mas allá se quedó libre en ese momento, pero como ya habíamos pedido ni nos movimos. Me coloqué de perfil en la barra hablando con mis compañeros y de repente noto que alguien se apoya contra mi y me empieza a empujar y al tercer empujón me vuelvo y le digo disculpa te importaría irte para allá un poquito? Es que me estas empujando y va la tía y me suelta: "Es que yo estaba aquí primero". Me volví a mis compañeros con las cejas levantadas y riendo y ellos también tenían cara de incredulidad. Esta vez no dije ni mu, pero en esos momentos lo que me pide el cuerpo es sacar una pistola acojonar a todo el mundo y decirle "ah si mona pues ahora te vas a bajar los pantalones y vas a cantar una canción en plan Liza Minelli pq ahora yo mando y me vas a obedecer" Después me acuerdo de Spencer Tracy en La Costilla De Adán y por aquello de la ley quiero que sea de regaliz, solo q algunas veces...