martes, octubre 07, 2008

Acto de Contrición


Llega un momento que te cansas de tanto regodearte en el dolor, de ver a tu alrededor sólo nada, porque nada tiene sentido y en realidad no miras, pasas la vista de manera distraida, pues tus ojos sólo quieren ver una cosa, tu cerebro no es capaz de procesar, porque tu voluntad está anulada, no existe y entonces, sucede que a veces sale una brizna de espiritu de supervivencia y es como si te sacudieran y desincrustaran el polvo que se ha ido depositando sobre ti mismo.

Hoy me ha sucedido al salir del trabajo, la verdad es que he rendido poco... llevo unos días con problemas para concentrarme... no, ni siquiera me extraño. Pero hoy se ha dado una situación de esas que yo llamo mágicas, que sólo se dan una vez cada mucho tiempo, una conjunción divina y beneficiosa para mí que podía haber aprovechado y la he dejado pasar sin pestañear, sin alterarme ni lo más mínimo.

Cuando iba hacia el coche me ha sacudido esa brizna como un latigazo, he mirado un poco más allá de mi atontamiento... no puedo seguir así me he dicho, sin fuerza para nada, catatónica y doliente... qué estoy haciendo con mi vida... y mi compañera al verme se ha dado cuenta de que algo estaba distinto, ya no era el mismo alma en pena de estas semanas. Tengo dolor sí, pero he decidido procesarlo de otra manera esta vez.

Normalmente ante el dolor me quedo aletargada, todo va más lento no puedo dejar de pensar en la causa, siempre me pasa lo mismo, no tengo ganas de nada, la comida no me entra en el estómago y me recreo una y otra vez en la cabeza todos y cada uno de los acontecimientos que me han llevado a ese lugar arrasado. Poco a poco el dolor pasa, se amortigua un poco cada día, hasta que vuelvo a la normalidad, a reir y a ilusionarme y a ser un la chica chisposa y desastre. Si el enfado o dolor es con un hombre me desaparezco, supongo que esperando que mi ausencia le duela tanto que mueva ficha hacia mí. Que pocas veces pasa...

Hoy he agarrado esa brizna, he aceptado lo que ha sucedido, he dejado de luchar en mi cabeza, que es el sitio donde más duras se dan las batallas. Es curioso, que poco las lucho en la vida real. No puedo seguir así. Así que, he hecho un gesto simbólico y unilateral. Esta vez he alejado yo a mi hombre de tierra, para que su imagen no me haga más daño. Dicen que la nuestra es una historia inacabada, no sé que voy a hacer pero desde luego no me voy a quedar esperando a su movimiento hacia mí. Hoy le he apartado yo para seguir con mi vida. He salido de mi letargo en ese movimiento... el primero.
Después y contenta por hacerlo, me he ido al gimnasio... mis abdominales han protestado de lo lindo y he quemado según una de las máquinas suficientes calorías para tomarme por lo menos por lo menos una fanta de naraja sin sentirme culpable, porque es una bebida con gas... y con azucar... y son hidratos de carbono... incluso me he comprado unas gafas de sol nuevas, yupi yupi yeh.
He vuelto no eufórica, pero si muy satisfecha de mi misma... hasta me he permitido cenar algo en plan dieta. (no suelo cenar... a ver no soy una anorexica ni mucho menos, pero este año pasado, ha sido un caos con tanta enfermedad, me matriculé en derecho y no he dado ni un palo al agua... me apunté al gim por un año y me han declarado cliente estrella por ser la más rentable en uso frente a pago. El año pasado tenía muchos planes que se han truncado) Me he puesto con mis cosas en casa en plan marujeitor... a este paso mi casa va a estar recuperada del ciclon del verano, con 3 mochilas y seis maletas hechas y desechas en cuestión de minutos... que todo eso es lo que he parado desde que me cogí (por fin) vacaciones, sin que intervenga otra persona salvo yo. Incluso he hecho un par de llamadas para que me saquen de paseo el proximo finde

Y tan digamos alegre, aunque esa no es la expresión pues alegre no estoy, estaba yo haciendo cositas y no sonámbula frente a la tele, que al hablar con un amigo mío he hecho una de las cosas que estaba teniendo cuidado de no hacer. Ha sido un shock, que me ha bajado los humos nuevamente. Que fácil es caer en los viejos errores. No, no es eso lo que deseo, lo que me había propuesto.

En fengh shui dicen que si quieres que tu vida cambie, cambia 27 cosas en tu casa y además las estoy cambiando, porque no quiero olvidar y repetir la misma historia una y otra vez. Elprota tu comentario iba cargado de mala leche, o a mí me lo ha parecido así... durante unos segundos me he preguntado si no eras uno de los que yo llamo cadaveres en mi armario. Esas personas a las que hice daño sin intención y me lo devolvieron en forma de guantazo que yo no entendí a santo de qué venía. Mas cuando eso ha sucedido me he revuelto como un gato llevandome lo que fuera por delante por parecerme injusto. Si es así te pido disculpas por lo que haya hecho, te lo digo sinceramente. Si no... pues supongo que te agradezco la crítica, je, aunque me ha sonado tan petulante como muchas de las que yo misma he hecho con sanisísima intención. Una cucharada de mi propia medicina. Está bien probarla de vez en cuando.

Hoy no voy a decir aprendido... pero si recordado algo que aprendí y que he estado apunto de olvidar... como tantas veces me pasa. Supongo que este post, para mí es algo así como un recordatorio perpetuo y público. A ver si no olvido ni me pierdo en divagaciones absurdas, ni excusas múltiples, como hasta ahora.

Etiquetas:

6 comentarios:

Blogger Credendo Vides ha dicho...

Vaya, vaya, vaya. Me gusta lo q leo, es bueno leer q has dejado de luchar en tu cabeza.
Además, si has hecho algo sobre tu hombre de tierra, quiero creer q ese capítulo ya se ha cerrado y poco a poco lo q te pareció una brizna será un viento huracanado q arrase con todo lo q te hace daño.
Muchos ánimos y agárrate fuerte q vienen vientos muy veloces jajajaj.
Saludos desde el Inframundo.

martes, octubre 07, 2008 7:56:00 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Dicen que a perdonar solo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho..... y esta afirmacion es bastante cierta: recibir unas cuantas dosis de nuestra propia medicina puede llegar a ser una de las mejores ayudas para crecer como personas.

Dices que eres “un poco bastante prepotente”, curiosa manera de decir que te defines como soberbia. La soberbia es pan para hoy y hambre para mañana: alimenta nuestro ego y a su vez nos distancia de los demas.

Por otro lado dices que eres ingenua y eso en la mayoria de ocasiones no nos genera conflictos con los demas, sino con uno mismo.

Para sintetizar: soberbia = jodes a los demas, ingenuidad = te jodes a ti misma.

Y digo yo..... ¿que tal un punto medio de equilibrio?

(mi post anterior no estaba escrito con mala leche, pero si con la intencion de hacerte pensar, si lo he conseguido me doy por satisfecho.)

Saludos

miércoles, octubre 08, 2008 5:46:00 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Los viejos errores son eso, viejos, porque caemos continuamente en ellos.

Dices que has apartado lo sucedido para seguir con tu vida. ¿Y por qué la interrumpiste? Ese puede que sea uno de los viejos errores, de modo que cuando la interrupción acaba, el vacío que queda es mucho más grande. O a lo mejor es que lo que no quieres es ofrecer tu vida y prefieres mantenerla aparte.

Cambiar es muy dificil y requiere una disciplina férrea. Yo lo sé bien porque nunca lo he conseguido. Espero que tú sí seas capaz y te reinventes tal y como imaginas que quieres ser.

Aunque quizá sería más fácil que intentes aceptarte como ya eres. Nadie es perfecto. El hombre de tierra, tampoco.

Un beso, grande y con efecto.

jueves, octubre 09, 2008 8:18:00 p. m.  
Blogger Lycans Laqueus ha dicho...

en realidad siempre somos los mismos, no cambiamos solo aprendemos a caer al suelo cuando tropezamos de nuevo en la misma piedra.

Has aprendido a caer gracilmente y, lo mas importante, a levantarte.

Un lobo mirándote.

viernes, octubre 10, 2008 7:41:00 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No hay que recrearse en análisis interiores de lo que ha pasado, sino en como se va a gestionar lo que viene. Sea lo que sea, se hizo así porque de alguna manera había que hacerlo. Hay que saber qué se ha de sobreentender y aceptar y lo que no. Luego, obrar en lugar de pensar.

domingo, octubre 12, 2008 11:35:00 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Pues yo, a diferencia de Credendo Vides, creo que tiene un cacao en la cabeza alucinante. Creo que fue hemingway quien dijo que el valor solo es una huida hacia delante.

Escribes muy bien, da gusto leer tus historias (aunque más que historias parecen relatos) a pesar de que sean excesivamente literarias.

Hace falta mucho valor para desnudar los sentimientos de una forma tan natural, sobretodo cuando se hace frente a desconocidos; pero personalmente creo que todo el desorden emocional que rodea tu cabeza te está engañando y provoca, qué a través de este medio de expresión y esa desnudez del alma y abandono emocional que manifiestas en cada fase, estés construyendo una personalidad falsa, erronea, para terminar al final convirtiendote en un personaje de tus historias/relatos.

Te recomiendo un libro: La Paloma de Patrick Süskind

Uno no puede ser presa de sus sentimientos ni de sus emociones, las cosas no pueden costar tanto porque no valen tanto. Es bueno tener corazón, pero no todo puede ser corazón. Además, desnudar el alma no necesariamente te tiene que liberar.

P.D.: Me mola mucho como escribes

jueves, enero 15, 2009 2:27:00 p. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio