miércoles, diciembre 19, 2007

Buscando el efecto Tipler:


Soy de ciencias, bueno al menos era, ahora soy una ejem... estudiante de derecho cuando me dejen mis múltiples enfermedades recientemente adquiridas sucesivamente. Durante mi bachillerato y primeros años de universidad he sufrido, vivido, una serie de huelgas por uno u otro motivo, que han hecho que mi base en algunas asignaturas fuera más que insuficiente, pero ea, con un poco de cara dura y otro poco de estudio las fui superando más o menos.

Recuerdo que en primero de carrera para mi la bestia parda fue la física.

Tenía esa asignatura a primera hora y la impartía un profesor con una voz que invitaba a la ensoñación. Suspendí, suspendí y suspendí. (eso si, me encontraba al profe por todos los conciertos a los que iba y ya me saludaba como si fuera de la familia).

Un día decidí ponerme manos a la obra en plan profesional. Me recorrí todos los libros de física de la biblio de la facultad hasta que lo encontré. El Tipler, el libro que explicaba de una manera sencillita todo, todo sobre física y además con lenguaje entendible. Tanto es así, que me estudié el parcial en cuatro días y fui capaz de resolver un problema de un choque inelástico con coeficiente de restitución por la otra fórmula (ahora no recuerdo que era eso, pero recuerdo que era chunguísimo), para alegría y alborozo del profe, que se dio cuenta que se pasó al poner el examen.

En fin, a un enajenado pensante, se le ha ocurrido que mi trabajo encaja mejor en otra parte de la informática de la cual no tengo ni idea, por lo que veo el tampoco de lo que va mi trabajo. Por eso, me estoy recorriendo las redes en busca de ese manual, tan ansiado, que explique la cosas como a mi me gusta. Dicen que un buen manual en informática es como el buen sexo... ( y que cada uno le ponga la comparación que quiera)

De otra parte en la ribera, estoy llegando a un estado de hartazgo supino en el tema hombres. Con todos mis respetos al colectivo de dicho sexo que pueda leer este blog, no puedo evitar preguntarme, ¿De verdad sois tan tontos u os lo hacéis? Yo tengo una idea clarita de lo que quiero, de lo que espero, pero parece que eso es chino mandarín para cualquier tío, y sin embargo, he hecho una encuesta con mis rubias múltiples y mozas de distinto color de pelo y todas estamos de acuerdo. Ellas coinciden conmigo en lo que quieren y esperan de los hombres. Así que me voy a aventurar a ponerlo por escrito, porque seguro que al hacerlo así me doy cuenta de que no puede ser tan fácil, fijo que algo se me escapa.

Corre por ahí un cuento del Rey Arturo y un caballero suyo y la bruja. Moraleja: las mujeres quieren ser las dueñas de su propia vida y decisiones y de paso todas son unas brujas. Estoy de acuerdo. Pero yo lo completaría aún más diciendo:

Que además queremos que nos mimen, entendiéndose por tal, no tener a un hombre acariciándonos la espalda y el cabello constantemente, no, eso no es mimo, al menos para mí, sino cariñitos.

Para mí, mimos es saber que a alguien le preocupas, que tus preocupaciones son compartidas, es recibir su afecto, su compañía, saber que tus sueños tienen un valor importante porque son tu motor, no la paranoia que se le ha ocurrido a tu contraria en un momento de inspiración menstrual y que no puedes olvidar o te caerá la del pulpo. Mimos es ser perfectamente consciente de que puedes resolver tus problemas tu solita, y que, por supuesto, si necesitas ayuda la pedirás, pero además que te la ofrezcan sin pedir y miren tu evolución ante el problema, ver si te encenagas, si te ofuscas y decírtelo, no es sacarte las castañas del fuego a menos que sea necesario, es tenderte una mano, es hacerte consciente de que esa mano está ahí y no solo decirlo una vez y no volver a mencionarlo porque ya se ha dicho.

Mimo es esa llamada sincera o ese momento en el que te preguntan cómo estás mirándote a los ojos y dedicándote atención porque realmente importa, no porque es la vía más rápida para el sexo.

Mimo no es estar pendiente de ti a todas horas, pero no dejar pasar un día sin en algún momento saber de ti.

Mimo es ese pequeño empujón, ese tirón que no deja que te derrumbes, es recordarte quien eres cuando tu lo has olvidado y no tratarte como si fueras una histérica gritona o con condescendencia o paternalismo cuando en un momento todo parece superarte.

Mimo es hacerte sentir que te pueden contar sus problemas, que desean hacerlo especialmente contigo…

En este momento no se me ocurre explicarlo mejor, por eso busco el Tipler de las relaciones de pareja, no estoy segura de encontrarlo, pero molaría sentir su efecto.


Llega Navidad y mi santo de paso, y como hoy me he levantado juguetona, pues eso, os deseo muchas cosas buenas divertidas para estas navidades, y para todo el año que viene y de paso os pongo este villancico que recoge mi espiritu de hoy…

Felices Navidades a todos Y un magnífico y próspero 2008





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13 comentarios:

Blogger Jessika ha dicho...

Uyy juntarlo todo en uno va a ser dificil ehh :) jejeje pero sigue buscando, al final te puede tocar.
Besitos.

miércoles, diciembre 19, 2007 1:32:00 p. m.  
Blogger Xiluso ha dicho...

Je je, el Tipler, yo hace tiempo que lo encontre, más o menos después de un paso bastante accidentado por el hospital.

Y aquí estoy feliz y contento y lo mejor con mi pareja feliz y contenta y con sus "mimos" :P.

Ah, la lista de espera esta cerrada ;P

miércoles, diciembre 19, 2007 6:32:00 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Madre mía, si yo hubiera encontrado ese manual de física, que bien me hubiera ido, pq para mí esa asignatura también fue un coñazo (aunque aprobé gracias a que ponían mucha teoría).
Y si existe para las relaciones, me lo voy a pedir a los reyes, por si acaso lo encuentran ellos.
Felices fiestas y próspero año nuevo para ti también.
Saludos desde el Inframundo.

jueves, diciembre 20, 2007 10:57:00 p. m.  
Blogger Adise ha dicho...

Jolin, eso es lo chungo, que no existen los manuales y que, como diría alguien, cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre. Pero bueno, igual me estoy replanteando hacer un copia y pega de tu definición de 'mimos' y enviarla a los contactos masculinos ;)

Que pases unas felices fiestas.

Muuack

viernes, diciembre 21, 2007 2:14:00 p. m.  
Blogger Principito Desencantado ha dicho...

Bueno, bueno, creo q la cuestión no es tan fácil. Yo busco más o menos lo mismo q tú y tpc lo encuentro así que después de todo no somos tan diferentes no crees? Quizás la diferencia esté en uno mismo, es decir, en ti y en mí. Sigue buscando.

Besitos y feliz navidad.

viernes, diciembre 21, 2007 11:29:00 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Que una licenciada como tú en 'La Ciencia de la Vida' diga esas cosas tiene 'delito'. El efecto Tipler es a la Física lo que las Endorfinas son a los 'mimos'. Los mimos son la consecuencia de las endorfinas y las endorfinas, a su vez, lo son del amor.
Lo que tú estas revindicando es estar enamorada, o mejor dicho, que alguien esté enamorado de tí. Como buena 'científica' primero quieres ver los efectos -que te mimen- en al menos unos cuantos 'probetas' para luego elegir y pensarte si les das permiso a tus endorfinas para que campen a sus anchas correspondiendo y 'mimando' al elegido.

Pero me temo que las reglas del juego no son esas -aunque no estaría mal-.

Besos MultiColores

P.D. ¡¡¡Hay q mojarse!!!

martes, diciembre 25, 2007 7:11:00 p. m.  
Blogger Alberto ha dicho...

Mis mejores deseos para el 2008.
Feliz año nuevo!
un abrazo.

domingo, diciembre 30, 2007 6:58:00 p. m.  
Blogger LoOla ha dicho...

Si es que las brujas imponen...

Saludos!

miércoles, enero 02, 2008 11:34:00 p. m.  
Blogger d.C. OtherSite ha dicho...

Completamente de acuerdo contigo.

A mi me encantan los mimos, los sinceros, los reales, los que no están condicionadosm aunque los hombres un poco tontitos, no logran entender lo importante que nos es.

Qué gusto leerte hoy, aunque no me conoces, te invito a que pases por mi blog, cuantas veces así lo desees.

Desde México en América Central

jueves, enero 03, 2008 10:14:00 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Nadie nace sabiendo. Salvo unos pocos instintos, todo el resto de habilidades las aprendemos. Y hay que enseñarle a los demás lo que uno quiere de ellos, como los demás tienen que enseñarnos a nosotros.

Esperar que acierten sin dar pistas, sin detallar, aunque sea sutilmente, nuestro prontuario de necesidades es como querer encontrar la aguja en el pajar equivocado.

Hay que enseñar a querer y aprender del mismo modo. Y aún así, no siempre se acierta.

De todas formas, yo me apunto también a esos mimos. Ya no hace falta libro que buscar. Escríbelo tú misma.

sábado, enero 05, 2008 12:40:00 a. m.  
Blogger Reiki ha dicho...

Amen!

Me gustó cómo lo describiste. Yo no se si yo se lo que quiero (que me imagino que no), pero espero saberlo pronto. Se que eso ayudará terriblemente a mis ofuscaciones mentales.

Un abrazo chica!

lunes, enero 07, 2008 9:50:00 p. m.  
Blogger Unknown ha dicho...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

martes, enero 15, 2008 9:17:00 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Los hombres somos tan tontos y simples como raras y complicadas sois las mujeres.

Me viene a la mente aquella colección de frases (http://es.geocities.com/elmejorhumor/textos/simples.htm) sobre la "simpleza" de los hombres.

De todas formas, está claro que siempre hay excepciones, al igual que no todas las tias sois unas raras y unas retorcidas, también las hay buenas, aunque pocas.

martes, enero 15, 2008 9:23:00 a. m.  

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