viernes, febrero 01, 2008

Hacer o no hacer... that's the question


Dicen los sabios místicos que tienes que hacer caso a tus instintos, que la respuesta está en el interior de ti, que es precisamente donde nunca vamos a buscarla, pero realmente yo siempre me pregunto, ¿Es verdad lo que me dice el instinto, o es sólo lo que yo creo que me dice?

Me explico, supongo que a todos nos ha pasado que que de repente nos damos cuenta, o parece que nos damos cuenta, que la relación con una persona ya no da para más, sea esta del tipo que sea y es en esos momentos cuando a mi me da por mandar a la gente al wano, y como soy una mieja drástica, pues hala, lo hago a la tremenda, borro todo, sus telefonos, sus mails, su entrada en messenger, vamos que borro bien borrado.

Mi rubia del norte, me llama bruta hasta jartarse, me dice que no se puede ser así, que la gente va y viene por temporadas, que en el fondo todos vamos a lo nuestro y que por supuesto, no puedo esperar que quien yo quiera esté allí, a mano, a mi disposición para cuando a mi me apetezca y considere y supongo que hasta cierto punto tiene razón, pero es que hay veces que la sensación te envuelve y lo ves claro cristalino.

Es entonces cuando me surge la duda, porque normalmente nada es blanco o tan blanco o tan negro como nosotros lo vemos, para todo hay matices y salvando las faenas del género putadas, si nos ponemos a buscar encontramos explicación y buenas razones para casi todos los comportamientos que nos hacen la puñeta.

No negaré que me ha asustado la soledad, aunque tambien es cierto que desde que tengo mi casa, mi soledad es otra historia, vamos, y es que paso tanto tiempo sola tan ricamente y tan agustito que el decir que no me gusta la soledad corresponde a otro tiempo pretérito, adoro estar los dias de diario en casa relajada y haciendo lo que me apetece, vamos que ni a comprar salgo si puedo evitarlo; cuando me gusta salir son los fines de semana. Y de repente te ves en una edad, en la que ya la mayoría de tus amigos/as, están casados o a punto de separarse, se van sintiendo más y más mayores y con menos ganas de hacer nada, se les ha olvidado que antes tenían curiosidad por las cosas, y la vida diaria apenas les deja energía para el fin de semana, santo momento, que usan para recargar las pilas y hacer absolutamente nada.

Pero porque esto es así y porque según nos hacemos viejos nos volvemos más hipócritas, nos empiezan a salir naturales las frases esas de "mañana te llamo", o "a ver si nos vemos" para cubrir el expediente, con intención de cumplirlas igual a cero.

Y yo, es que entre otros muchos tengo un defectillo, y es que me toca la moral las cosas que se dicen sin intención de cumplirlas o mejor dicho, que en el momento puede que si se tenga la santa intención de hacerlas, pero se acaban disipando porque es más cómodo no hacerlas, porque luego ya se ha pasado ese momento emocional que nos arrancó esas palabras. Pues eso, me cabrea sobremanera.

Pipo me dice que las castellanas es que somos muy estrictas, que hay que tomarse las cosas no tan a la tremenda sino de manera más relajada, que no puedo ser tan cartesiana (esa expresión me pone, todo sea decirlo). Y entonces cuando ya estoy apunto de soltar la hoja de la guillotina por hartazgo, me planteo si no seré yo quien está sacando las cosas de madre.

Y el run run de hay que hacer las cosas bien, no hay que ponerse a la altura de, no tengas en consideración lo que te han hecho sino cómo se deben hacer bien las cosas y seguro que tiene un buen motivo, me acaba ganando de mano y vuelvo a llamar, y a ser simpática y educada y aviso que no me ha gustado esto y lo otro por aquello de ser asertiva y tal. No tengo remedio, y normalmente a poco después se vuelve a confirmar mi impresión primera y pataleo y trago bilis y vuelta a empezar, hasta que un día me harto y digo a la mierda y formateo a bajo nivel.

¿Qué hacer si no? ¿Dejar las cosas morir por inanición o esperar a que un día no tengan nada mejor que hacer y se les ocurra acordarse de mí y entonces volverme tan hipócrita como ellos?. No soy de esa pasta. Lamentablemente, porque siempre me lamento, cuando ocurre ese día, que al final siempre ocurre, después de una conversación intrascendente y trivial y cuando te sueltan el consabido a ver si nos vemos, me brilla el colmillo y no puedo evitar soltar un, pues como no me llames tu para proponer algo espera sentado/a a que yo te llame, porque fijo se me olvida. Luego van y dicen que soy una borde.

10 comentarios:

Blogger Jessika ha dicho...

Estas un poco extremista ¿? jejeje, mira yo antes quedaba con todo el mundo a todas horas desde que me casé solo puedo hacerlo cuando tengo un rato y siempre sale la frasecita de " a ver si nos vemos más "... y me veo con mis amigas cada tres meses, ESO SI todos los días nos llamamos pero no nos vemos, de cualquier forma creo que no porque veas más o menos a una persona la apreciás más o menos, la amistad, el amor y la confianza se llevan en el corazón no en las visitas... si se acuerdan de tí y tu de ellos y hay una llamada cuando tiene que existir, bienvenida sea.
UIII QUE ME ENRROLLO.
Venga besitos y buen finD.

viernes, febrero 01, 2008 5:21:00 p. m.  
Blogger Alberto ha dicho...

Un abrazo!
;-)
Y a pasar buen domingo.

domingo, febrero 03, 2008 2:12:00 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Jajaja, bueno si realmente dices la frase final, quizá sí quede un poco borde. Pero, en parte tienes razón (bueno en parte y totalmente).
Esos ya te llamaré, nunca se cumplen. Pero yo, como tú dices, sí dejo el e-mail y el teléfono, por si acaso, aunque yo tampoco llame.
Saludos desde el Inframundo.

domingo, febrero 03, 2008 7:43:00 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

tengo un "amigo", al que veo cada medio año, o menos que siempre acaba con "tenemos que quedar para tomar un café, nos llamamos"...
Mi compañero y yo ya nos reimos!, al princio deciamos, si, a ver si nos llamamos! ahora ya nos limitamos a sonreir mientras él esta delante y luego nos carcajeamos.
Con la gente con la que se utiliza esas frases, son gente con la que esa relación es suficiente.
No te lo tomes a la tremenda, sencillamente metelos en el grupo de los de "nos llamamos".
bueno, pues nada, solo quería decirte eso, ¡nos llamamos!

lunes, febrero 04, 2008 10:27:00 a. m.  
Blogger Adise ha dicho...

Bien, bien...las cosas claras y el chocolate espeso. No sé si es una frase que me crea o que ya me sale sola a base de escucharla de mi madre, pero estoy segura de que tiene razón y yo, como de costumbre, soy buena aconsejando y malísima aplicándomelo :)

Pero eso, que ya hablamos, y de verdad de la buena :P

Un besote.

lunes, febrero 04, 2008 5:21:00 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

También he sido borde, o al menos eso me han dicho, cuando he contestado algo similar después de un "a ver si nos llamamos y quedamos". En más de una ocasión me ha salido del alma: "pues como no me llames tu... yo estoy hasta las narices en prolongar una amistad que tu pareces ignorar".

Últimamente estoy dejándolas morir de inanición, como bien escribes. Si la otra persona no se molesta, y no me valen excusas del tipo: no tengo tiempo, los niños, el trabajo,... porque yo también tengo niños, trabajo y si me interesa, busco tiempo; pues termino por pasar del asunto. La última bocanada de esa amistad suele ser un encuentro fortuito... que duele en ocasiones por rabia.

Besos de una maia.

martes, febrero 05, 2008 11:46:00 a. m.  
Blogger d.C. OtherSite ha dicho...

Me has puesto a pensar varias cosas.
Me has recordado una canción que me gusta de Mago de Oz (en mi país se escucha mucho) la canción dice: "No todo es blanco, negro o gris, todo depende del matiz" y creo firmemente que así es, jamás las cosas son tan exactas como las matemáticas, los matices marcan la diferencia.

Por otro lado, creo que sea como seas está bien, eres algo apasionada y eso es bueno, así soy yo, verás que cuando llegue la persona indicada para una relación de cualqueir tipo las cosas simplemente se dan y te olvidas de formatear..

Un abrazo desde México en América del Norte. dC

jueves, febrero 07, 2008 10:11:00 p. m.  
Blogger d.C. OtherSite ha dicho...

Me has puesto a pensar varias cosas.
Me has recordado una canción que me gusta de Mago de Oz (en mi país se escucha mucho) la canción dice: "No todo es blanco, negro o gris, todo depende del matiz" y creo firmemente que así es, jamás las cosas son tan exactas como las matemáticas, los matices marcan la diferencia.

Por otro lado, creo que sea como seas está bien, eres algo apasionada y eso es bueno, así soy yo, verás que cuando llegue la persona indicada para una relación de cualqueir tipo las cosas simplemente se dan y te olvidas de formatear..

Un abrazo desde México en América del Norte. dC

jueves, febrero 07, 2008 10:11:00 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La formalidad es el alivio inconsciente para no ver o dejar ver la realidad.

Pero por debajo deeso hay que saber ver, buscar, hacer memoria...y entonces esas formalidades no son necesarias, incluso son divertidas.

Son como la porcelana, como decía Lady Heather

sábado, febrero 09, 2008 12:31:00 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Facte non verba.

A mi también me pone muy nervioso eso de "mañana te llamo". Nunca entenderé porqué se hace.

Si todo el mundo que lo dijera lo hiciera, dios, mi vida social sería un colapso.

Mañana te llamo... ah no! que no puedo llamarte...


MUAAAAAAAA

sábado, marzo 29, 2008 7:01:00 a. m.  

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