REGALAR SONRISAS

Tengo un calor de mil demonios, y ya no basta con recogerme el pelo... me iba a dar una de las dos o tres duchas que me regalo al día.. ya como si fuera algo mecánico y de repente se me volvió a ocurrir.. el agua... ese bien tan preciado y que tanto aprecio.. el agua.

He pasado del modo ecologista coñazo a olvidarme de recoger el agua cuando no tiene mi temperatura deseada, si, a que sueno a eso... pero no me gusta dejar correr el agua que podría beberme y que se vaya por la tubería a ningún lado donde no sea aprovechada.

Hace mucho que no escribía, también hace mucho que no veo series... ¿qué es lo que hago?.

La mayoría del tiempo trabajar, y despues llegar a casa y pensar en el trabajo, si no contar mis penas de trabajo o estudiar cursos para el trabajo. Siempre digo que los que trabajamos ahora con la crisis tenemos ración doble. Pero ahora estoy feliz trabajando, me gusta lo que hago y sospecho que lo estoy haciendo bien, por primera vez en mucho tiempo me siento viva en mi trabajo aleluya! Y que dure... por eso no me acerco a este lugar a contar mis penas. Después de pasar meses encerrada en mi misma, poco a poco fui saliendo, París tuvo algo que ver, sí, y después esos días de esquí que no esquié y también mi paso por Alicante... he tenido ayudas, de las buenas además.

Y fue volver y meterme de nuevo en la vorágine.. pero hoy sabía que tenía que escribir.. porque una vez más, otra vez se cierra una etapa en mi vida.

Compañeros que estaban, que han pasado años conmigo no van a volver, han pedido cambio y nos han dispersado como confetti al viento. Una amiga, sí porque se puede llamar así, aunque no fuera el objeto de todas mis confidencias y me sacaba de quicio el 90% del tiempo, se va y leído así casi debería alegrarme, pero hace millones de años un día cuando estaba con ella, en aquella época en la que eramos más confidentes, me puse enferma en mi casa, fui al baño, y me derrumbé en un ataque de nausea, agradecía el fresquito sobre mi sien, y no tenía fuerzas para levantarme. Unos brazos no muy fuertes me ayudaron a levantarme me recogieron el pelo de la cara y me pusieron la cabeza frente a la taza, sujetándola mientras yo no paraba de vomitar después me desnudó y me metió en la ducha. Hemos comido de lunes a viernes casi todos los días durante 5 años.

Hoy firmaba traslado con la típica expresión de es la vida... es su elección..

Pero al fin y al cabo, lo que me ha hecho sentarme aquí y escribir y que haga este post tan chapucero, mala conciencia aparte, es el hecho de que cuando me disponía a tomar esa ducha, haciendo un pequeño esfuerzo decidí coger ese agua y pensar en qué la emplearía tal día como hoy...y me dije.. ya sé, regaré las plantas.. y al mirarlas vi a mi Aloe, una planta enoorrrme de unos cuantos años ya, que ha aguantado a mi lado, con las hojas dobladas, apenas sin vida. ¿No son ellas el espejo de nuestra vida? ¿Nos nos cuidamos a nosotros, enajenados aparte, más o menos igual que les dedicamos tiempo a ellas y lo mismo para las mascotas? ¿Cuánto tiempo me estoy dedicando a mí, para mí sin ninguna otra pretensión nada más que entretenerme en disfrutar sin prisas de algo que me guste... Dónde queda el plan de vida trataba de cumplir pq era bueno para mí?

Y si eso es para mí... qué pasa con los que están próximos a mí.. no los estaré descuidando igual.

Así que vuelta a empezar, en la medida de lo posible y sin perder de vista que ahora toca saltar a este ritmo, pero no cuando estoy en casa, no con los amigos, no con los queridos. Es bueno intentar regalar una sonrisa aunque esté muy cansada. Todos estamos igual.