Las de la intuición:
Después de que mi ex me enviara un mail del género, perdóname, perdóname mucho por todos mis errores (que fácil es hacer esas cosas por mail, verdad? Lo de dar la cara es otra cosa)y te deseo lo mejor, tuve un día de constantes altibajos. Debidos a que me duele que no me trate como merezco, es cosa suya ya lo sé, pero no lo puedo evitar.
Mi niña del norte estaba en Madrid, y queríamos, necesitábamos, corrernos la madre de todas la juergas, Algo ligero sin preocupaciones, sin pensar, solo risas, baile algo divertido e intrascendente. Animamos a toda España, pero como suele ocurrir en el último momento, se rajó todo el mundo menos nosotras y un amigo que pasaba por allí.
A veces las mezclas no son triunfadoras, y esto fue lo que ocurrió, son demasiado diferentes para ello, la tensión en mi amiga fue creciendo y la cosa no estaba saliendo tal y como lo habíamos pensado. Así que dejamos a mi amigo colocado con otros amigos suyos, más en sintonía que nosotras en esos momentos y nos fuimos disparadas al ruido y al baile. Y elegimos bien, uno de esos sitios llamados de ambiente, donde nada importa, donde en la mezcolanza no hay clases y como si fuera el carnaval todo puede convivir en perfecta armonía y allí estábamos, dos desarmonizadas, brindando y tratando de olvidar aunque solo fuera por una noche, pero sabiendo que si bien el tiempo lo cura todo, la actitud es el mejor catalizador. La música era estupenda, yo lo miraba todo con ojos muy abiertos, era la primera vez que iba a ese lugar, cogí mi copa y me dispuse a echarle el resto de la coca cola, con lo cual me quedé con un casco en la mano, y como no sabía donde ponerlo y tampoco es que ande yo mucho por esos sitios, me agaché a dejarlo en el suelo para no molestar mucho. Aun me estaba levantando cuando sentí que me agarraban de la mano.
--Perdona, trae, es mejor dejarlo aquí--- Y al levantar los ojos vi a un chaval estupendo, estaba a mi lado y yo no me había fijado, que tomó la botella y la depositó sobre una mesa, estaba allí no me dijo nada más ni intentó nada, así que supuse que sería una especie de relaciones públicas o algo. Debo confesar un secreto, últimamente cuando salgo o estoy muy atacada a veces fumo y doy fe que el viernes estaba muy atacada.. Saqué el paquete de tabaco y me cachee, buscando el dichoso mechero, de repente y otra vez me frenó con una sonrisa y me dijo, --madre mía, tengo que estar en todo— le di las gracias cortada y me dio fuego, --nada mujer me dijo sonriendo, si necesitas algo más pídelo-- yo le ofrecí un cigarro, pero el ya se había puesto a mirar a la pista así que no creo que lo viera ( digo esto porque no quiero que nadie piense que soy una maleducada) Apenas habían pasado dos minutos cuando sentí unas manos en mi cintura y pegué un bote del susto ( en mi trabajo se lo pasan pipa, asustándome de esa manera) miré a mi espalda y me encontré al típico babas de la disco que iba de listo y ya me disponía a sacar mi legendaria mala leche cuando sentí otra mano distinta en mi cintura acercándome, por supuesto, al chico que había a mi lado; un poco confusa me agarré a su brazo y el chico de negro se batió en retirada. Sonreía de nuevo y me volvió a regañar... --¿Es qué no se te puede dejar sola?—y yo le sonreí medio tímida ( el chico era bastante mono todo sea decirlo) y dije madre mía que susto me ha dado. El sonriendo replicó-- Confiésalo, a que pensaste que había sido yo—y me tuve que reír, ---pues sí, eso pensé... Verdad que suena a novela de Corin Tellado, pues me sucedió a mí.
Ya empezamos a hablar de esas cositas que se dicen, de dónde eres de tal y cual y entonces al de negro se le ocurrió atentar contra mi amiga a lo cual este chico salió también en su defensa, nos pusimos a hablar los tres, y mi amiga incitándome con la mirada. Tengo que admitirlo, soy mu pava en estas ocasiones, me siento bastante desentrenada, así que mi chica acudió al quite y tras unos minutos de charla a tres, dijo, --necesito otra copa ya, y se esfumó oportunamente, sucedió lo que suele suceder en estos casos, pero confieso que fue de una delicadeza tal, que me dejó impresionada, vamos que ni intentó ponerme una mano encima. Mi amiga volvió y nos separamos y ella oportunamente me dio un soberano empujón que prácticamente me tiró en sus brazos. Y en ese momento, pusieron la canción de Shakira que es el título de este post. Y él nos dijo, venga esta es vuestra canción vosotras solas y se apartó para que bailáramos un poco enloquecidas y alegres, era lo que necesitábamos ese día. Mi amiga se puso a hablar con alguien y nosotros hablamos un poco más, me sentí absolutamente relajada cómoda, natural y cariñosa, y confieso que eso salga de mí es muy complicado, porque tengo una coraza perfecta, en perfecta armonía. Cerraban el sitio, luego pasaron más cosas, pero en la confusión que llegó mi amiga paró un taxi y se metió en él, dormía en mi casa, le había dado bajón y estaba medio llorando, me despedí torpemente con un abrazo y me metí con ella. No me dio tiempo ni oportunidad a pedirle el teléfono y creo que a él tampoco.
Menuda bronca me gané de mi chica, que luego asombrada se entristeció por mí. Yo también me quedé triste; pero yo estaba esta noche por ella, y ella era lo más importante. Y no importa si estaba acelerada, si controló mal su ira, si no me consultó y tomó una decisión sin contar conmigo, es mi amiga y la quiero por encima de todo eso. Llegamos a mi casa dormimos, nos levantamos, hablamos, lloramos y aún más si cabe, afianzamos nuestra amistad que se ha forjado sobre todo en las situaciones difíciles. Fue de esos momentos en los que el corazón se te abre en confianza y desaparecen todos los miedos y simplemente eres tú, sin coraza, con una belleza y una sencillez que te llenan el alma, desando, anhelando que todo en la vida pudiera ser así. Mi chica se marchaba al día siguiente y nos dieron las mil sin comer charlando en el coche mientras la lluvia regaba Madrid. He tenido muy pocos momentos de esos, con exaltación de la amistad en grado puro, pero siempre los recuerdo con lluvia de por medio y ahora tengo lluvia, una canción y un recuerdo maravilloso.
Cris, no cambies nunca por favor, aún con todos tus defectos eres un amor y tocas el corazón de las personas con facilidad, eso es un don precioso.
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Etiquetas: Cris, las de la intuición, rupturas