Y es que fulanito tiene una psicología...
Siempre que he oído esa frase me ha dado digamos, cuanto menos por sonreír. La psicología nos la otorgan nuestros años, experiencias pasadas y desde luego lo aprendido, para poder extrapolar todo ello a nuevas situaciones. Nuestros psicólogos particulares, porque todos los tenemos, son nuestros amigos, o en algún caso también un profesional al que pagamos, familiares, conocidos, contactos de msn... en fin, casi cualquiera que pueda darnos una opinión que satisfaga nuestro ansia o calme nuestra angustia.
En mi segundo post, allá por el año 2002, afú cuanto tiempo ha pasado y que poco ha llovido, ya hablaba del tema de comprarme una casa. En aquel entonces, ya soñaba yo con un bujero con piscina; leía hace un rato el post, mi manera de escribir y me sorprendo de lo aparentemente vieja que me he hecho en estos... uff cuatro años. Por esa época, escribía con k muchas cosas y no ponía ni una tilde, soñaba con emanciparme, con una casita, con un cochecito leré, con un trabajo mejor que el que entonces tenía. Soñaba con la mujer que sería en ese momento.
Hoy soy esa mujer, tengo mi casa, mi coche y un trabajo mejor que el que tenía, no pongo ni una k por una q, y orgullosa de mí estaría mi profesora de lengua al ver la cantidad de tildes que pongo, es más, hasta voy poniendo comas a derechas.
Tengo la carrera a punto de terminarla y es jueves, es decir, no es principio de semana que tanto me desmoraliza.
Orden para mi es el lugar que tiene una cosa en mi casa, otro tema es el tiempo que tarde en llegar allí, pero siento que es así, que cada cosa que entra tiene un sitio que le está esperando. Las cajas van desapareciendo, el suelo cada vez se ve más. Y sin embargo...
No como la semana pasada, pero aún noto la resistencia al cambio, esa resistencia que algunos tenemos más que otros. Parece mentira, siendo como soy un culo de mal asiento que esto sea así, pero así es. Así que y para reforzarme aún más en la idea de irme de casa de mis padres, llamé el otro día a uno de mis psicólogos particulares, afortunada soy que tengo varios, para que me aleccionara. Y cuando terminé de hablar, su respuesta fue sencilla. Lo que ocurre es que vas a cambiar tus rutinas y eso es algo que nos cuesta a todos muchísimo. Hasta que las descubras y estructures, andarás mustia, con el mono de las rutinas pasadas, desubicada, descolocada, sin disfrutar nada de lo que haces... pero igual que has hecho todo lo demás harás esto.
Y el verbo se hizo acto. Ayer fui a mi casa simplemente a estar. No como hasta ahora, que había un proyecto definido para cada momento allí pasado. He dormido, estupendamente además y he cogido el tren a mi trabajo. Y todo ha ido bien lo cual, ayuda.
La tristeza de la semana pasada, aún persiste, pero se difumina en pos de la aceptación de lo que es la vida, del cambio generacional que a todos nos toca. Todos mis psicólogos de cabecera tienen razón. Todos me han aportado cosas diferentes y a mí me queda coronar la tarta poniéndole la guinda. Gracias a ellos, a todos por vuestros ánimos y palabras de comprensión y cariño. Ayudan, de verdad.