viernes, septiembre 29, 2006


Pulsión de Muerte

Llegaba a casa de mis padres después de las 23:15 de la noche. Ayer tuve un mal día si, y mi querido Iron, aunque sigo un poco mosca con él, dirá que soy una llorona impenitente? no importa. Creo que ya comenté alguna vez, que cuando te sientes deprimida, melancólica o algo parecido, aflora en ti la pulsión de muerte (Pulsión de muerte, postulada por Freud en 1.920, en su obra " Más allá del Principio del Placer ") o lo que viene a ser lo mismo, realizar algo insensato que a todas luces te perjudica. Cosas como emborracharte, fumar, cruzar la calle sin tomar demasiadas precauciones, o tomarte una dosis masiva de somníferos aunque no tuvieras intención de pasar al otro barrio. Es como si para quitarnos un problema nos metiéramos en otro mayor. Idiota, si, por supuesto, pero así funcionamos. Mi pulsión ayer me llevó a conducir con sueño, con mucho sueño.

Llegué sana y salva, y no cerré los ojos ni un momento, me mantuve por la derecha y no a mucha velocidad, pero no tenía seguridad en lo que hacía y reconozco que la única cosa inteligente y que recomiendo que se me ocurrió, fue quitarme los calcetines y enchufar el aire acondicionado directamente a los pies: Funciona y te espabila mucho.

Así que, pensando en las gilipolleces que se hacen cuando te levantas con el día torcido estaba yo después de aparcar, cuando al dirigirme a casa de mis padres, me percaté que la calle estaba vacía y que solo un transeúnte y yo pululábamos por ahí a esas horas. Yo iba detrás de él, y mantuve la distancia mientras le observaba. Andaba cabizbajo, encorvado y medio tambaleante. Me dio la sensación de que estaba borracho?Lo que me faltaba. Para mi malestar me dí cuenta de que el tipo se frenaba, pero yo también reduje la marcha, iba hablando por teléfono, se supone, aunque no se la de estupideces que pude decir, porque estaba más pendiente del borracho que de mi interlocutor.

Para terminar de tensarme se paró en el portal de mis padres y abrió la puerta. Yo también me introduje silenciosa ( le había pedido un momento a mi amigo) justo antes de que esta se cerrase. Yo le seguía con al menos cuatro metros de distancia y una llave agarrada para usar como objeto punzante ( la de pelis que he visto ).

El tio subía las escaleras trastabillándose ( hay como 12 hasta llegar al ascensor ) y se echó mano al bolsillo de atrás levantándose al hacerlo la rebeca que le cubría sus posaderas y mostrando para mi terror más absoluto una cartuchera con una pistola.

Todo sucedió muy rápido, las escenas de mujeres muertas y violadas se apareció en mi cabeza, como si estuviera viendo csi, y mientras yo pensaba esto y mientras el cogía las llaves, se que se percató de mi presencia por el rabillo del ojo.

No podía esconderme y dar la vuelta, me había visto y lo primero que se vino a mi cabeza fue hablar con él, por aquello de que si consiguen verte como a una persona reduces riesgo de agresión. (Deducción basada en el relato de Javier el asesino del juego de rol y de cómo no mató a un chaval en la parada de autobús porque les empezó a hablar y ya les dio mal rollo matarle).

Me esperó hasta que yo llegué al ascensor, manteniendo la puerta abierta, no se ni como lo hice, pero le dediqué mi mayor sonrisa colgate. Cuando le miré, si cabe, me entró más miedo en el cuerpo. El tipo tenía un rostro extraño, como si llevara perpetuamente una mueca, pero lo que más me espeluznó fueron los ojos inyectados en sangre y las marcadísimas ojeras que gastaba. Sonreí y miré al suelo simulando timidez ( tu te crees a mi edad ) para no mirarle a la cara porque pensé que percataría de mi miedo y desagrado.

¿A que piso vas? Me preguntó

Al quinto, contesté intentando sonreír. Yo también añadió.

Y lo tuve claro, ya no me quedó ninguna duda, lo que no entiendo es como no me lo hice encima en ese momento, pero pude controlar mis esfínteres.

Un sentimiento de calma trascendente me invadió, de verdad, una cosa es contarlo y otra sentirlo. Me dirigía hacia mi destino fatal, sin siquiera cuestionármelo, supongo que como los corderos van al matadero. No se por qué, pero le miré serenamente, sin odio, de frente, sin provocación ni chulería, pero tampoco sin miedo. Ni siquiera recuerdo que me latiera el corazón descontroladamente, que va. Yo era la viva imagen del dominio y de la calma.

Llegamos al quinto y me dejó salir primero, yo me dirigí inmediatamente hacia la puerta de mis padres y llevaba las llaves en la mano. No fui precipitada, metí la llave con aplomo y sin dudas en la cerradura y comencé a girar la cerradura de seguridad. Le sentí acercarse, pero no quise darme la vuelta ya estaba a unos centímetros de mí y casi sentía su calor y oía su respiración. Cuando ya tenía yo todos mis pelos de punta y ahora si me latía el corazón desbocado, oí un ruido en la cerradura de la puerta de mis vecinos, que forma ángulo recto con la de mis padres, de manera, que de juntas que están, dos personas que entren cada una en una de las casas, casi se tocan, como era nuestro caso.

Aun no había terminado de abrir la puerta de casa de mis padres, cuando me acordé de que mi vecina, alquila habitaciones y que están ocupadas por policías.

La carcajada que solté creo que aun resuena en el edificio. Mi madre me miró como diciendo, esta mujer no se cuando va a crecer y siguió viendo cuéntame ese. Yo me fui a mi habitación partida de risa y explicándole a mi amigo al teléfono lo que había pasado y es que ya me había olvidado de él y seguí riéndome mientras veía médium.

Moraleja: Mucho se dice de confiar en los instintos, pero hay que saber distinguir lo que son instintos, de lo que es la más pura y descontrolada imaginación.

Buen finde a todos.

domingo, septiembre 24, 2006

Los lípidos se enrancian


Los lípidos se conocen normalmente como grasas.


Hoy es el típico día para quedarse en casa y es lo que llevo haciendo toda la semana, del trabajo a casa y viceversa, llueve, al menos fuera de mi ventana. Y he pasado un minuto, bueno, más bien un par de horas de auténtico desasosiego analizando la soledad que se puede sentir en estos días cuando no hay nadie a tu alrededor.

De momento creo, he conseguido todo lo que ha dependido absolutamente de mí y quería, pero no se puede tener todo en la vida y este hecho es otro de los impulsos para vivir y seguir luchando. No apreciamos aquello que tenemos y si no lo tenemos no podemos dejar de pensar en ello. No he descubierto América con esta frase, todo el mundo lo sabe claro, porque ya nos instruyó de ello Hannibal Lecter en El Silencio de los Corderos y desde entonces todos lo tenemos un poco más claro.

Por ello, cuando conseguimos algo que queremos, bien comprándolo, bien haciéndolo por nosotros mismos o incluso si nos lo han regalado, que todo vale, y es algo que deseamos, en ese momento, como si fuéramos un perro con un hueso, lo escondemos, lo guardamos en plan Golum con "su tesoro". A mi al menos me pasa, y tengo una colección de cosas, que no uso por que no se gasten por ahí. Libros de cocina, de feng shui, de filosofía y religión oriental, que me encantaron el momento en el que los compré y que ni siquiera he abierto, cremas superchachies de la muerte que te dejan la cara y el cuerpo como el culito de un bebé, pinturas, maquillajes, colonias y perfumes que hacen que la aromaterapia sea una ciencia de varios volúmenes y seguro que rondo las cien películas que me he ido comprando, regalos, incluso algún libro de sudokus para usar en los momentos de tranquilidad en mi casa.

Son las típicas cosas que tenemos para usar en el momento oportuno, dibujamos y creamos en nuestra mente un escenario adecuado y allí nos imaginamos vestidas para la ocasión, hablando del tema tan interesante que leímos en el libro que pagaremos unos minutos después, oliendo como las mismas estrellas de cine. Y cuando llega ese momento, porque no tienen por qué ser sueños irreales, se nos olvidan, tanta emoción acumulada...

Hoy me he paseado endemoniada con ganas de hacer algo distinto, en realidad con ganas de estar con alguien que me de conversación y risas, pero ya no es tiempo de llamar como antes, no, hay un momento en que cuando estas así sabes que te lo tienes que resolver solita. Jode, si, pero no es malo.

Así que eso es lo que he hecho, me he puesto uno de esos discos que casi nunca oigo y que me gusta. Una taza de te de mil sabores, natural, con toda la liturgia de la tetera y hervir el agua, colarlo... Ahora empezaré a ordenar dvd's que por supuesto tengo por todos lados. Pero no llamaré a nadie, me pondré mi crema piel culito de bebé para mi y así debe hacerse, nada de guardar, como nos enseñaron nuestras mamás de posguerra, porque las cremas son grasa y los lípidos se enrancian como nuestra iniciativa para solucionar nuestros problemas, si la dejamos en manos de los demás.

lunes, septiembre 18, 2006

Empieza el curso

Empieza el cole y no he hablado del verano, porque realmente terminé los puñeteros exámenes la semana pasada, el jueves por la tarde y en ese tiempo no he sido persona, entendiéndose como tal, aquel ser que tiene más de una preocupación. Bueno si somos fieles a la verdad, yo tenía más de una, los exámenes y dormir.
Así que cuando todo ha terminado, he bajado a la tierra en un estado de alelamiento mayúsculo. Vamos que miraba de un lado a otro cuando me hablaban como si ya estuviera completamente sorda, en plan yo se que me hablas pero no me entero de nada de lo que me dices. Poco a poco, el registro de palabras que entiendes toma de la memoria un cartucho que contiene palabras que había olvidado, palabras referentes al trabajo, a las personas que normalmente tienes en tu vida más allá de las absolutamente inmediatas, a todo aquello que tuvo relación contigo antes de. Mi mente posa la mirada en mis cosas y empieza a recordad la infinidad de cosas que había dejado pospuestas hasta este momento y por tanto, casi olvidadas. Personas a las que tengo que ver, de las que no se nada, compromisos que cumplir.
Lo primero santo y bueno que llena mi mente es las cosas que necesita mi casa y es que cuando te independizas es como si tuvieras que cuidar de un niño, solo que este niño se llama casa, comida, limpieza, compras pendientes, y ordenar, ordenar, ordenar la infinidad de papeles con resúmenes, gráficos y ejercicios que crecen por doquier.
La verdad, llenar la mente de cosas tan unidireccionales como es la logística de la casa, es una bendición, nada de comerte la cabeza dando vueltas a un tema y con la eterna duda sempiterna. Es un tema binario, cero: no tengo detergente, uno: ya lo tengo.
Después de la logística toman su lugar en la esfera de la preocupación los planes a medio o largo plazo. Aún sigo pendiente de los armarios, mandar hacerlos a medida o currármelo en plana niña bricotodo Y es que eso de tener parte de la ropa allá y parte acá pues como que ya empieza a cansar.
Lo siguiente es revisión del aspecto. Es posible seguir con estos pelos, ¿Me han salido nuevas canas? ¿Necesito un arreglito para iniciar la nueva temporada? ¿Seré capaz de hacer este año todo el deporte que siempre juro y perjuro que voy a hacer? Revisar la economía y hacer un pequeño trazado de lo que puede ser el año, con los cuatro duros que tienes, tras el dispendio estival también es de cumplimiento obligado y es que el euribor ha subido un huevo. ¿Habrá que renegociar la hipoteca?
Si no hubiera vuelto a tontear durante dos semanas con el tabaco allá por noviembre del año pasado, ya llevaría más de un año sin fumar... no está mal.
Si este año consigo no hacerme mala sangre tan fácilmente con las cosas que me pasan, controlar un poco MI PRONTO, y terminar la carrera en febrero, (sin asesinar a ningún... llamémosle profesor, que es el titulo oficial, aunque el oficioso es, cabrón arrogante que se cree el ombligo del mundo y que no se lo plantea pues si lo hiciera sabría que es el mediocre entre los mediocre y encima mala persona, que no sabe explicar y que encima es tonto del culo y ocupa el puesto que ocupa desde hace muuuuchos años porque es hijo de quien es hijo, que lo que quiere es que le lamas el conjunto de las dos nalgas que rodea al ano y que como no lo haces no das el nivel para aprobar la asignatura y es que claro, el examen según su voluntad no es lo único que cuenta, bueno por lo menos esta vez no y por supuesto te jodes porque eres alumna y aunque te haya hecho una injusticia clara a los ojos de todo el mundo, el corporativismo es tal que todo el mundo mirará hacia otro lado por aquello de la potestad de cátedra) en fin y además tengo un poquito de suerte, aunque se que en resumidas cuentas no me puedo quejar, entonces habré cumplido objetivos, y lo sé, repito, no me puedo quejar, pero si esto es así el año que viene... el año que viene me volveré a quejar de muchas cosas, como éste, pero habrá sido un buen curso.